El curso virtual abordaje integral a víctimas de violencia sexual (AIVVS) de la Secretaría Distrital de Salud (SDS), busca brindar elementos técnicos al talento humano en salud y actores claves del sistema general de seguridad social en salud, que permita comprender los siete (7) pilares del abordaje integral a víctimas de violencia sexual para aplicarlos en el ejercicio de su profesión.
El reconocimiento de un abordaje integral a las víctimas de violencia sexual, implica conocer el contexto normativo y conceptual de la naturaleza en que se generan y se desarrollan los hechos de violencia; así como recordar las acciones en salud a desarrollar desde el punto de vista promocional, preventivo, de detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, que requieren las víctimas para el restablecimiento de sus derechos y el mejoramiento de sus condiciones de vida y salud, mediante un trabajo inter y transectorial que afecte positivamente los determinantes sociales en salud. Este proceso contempla igualmente, el desarrollo de capacidades desde la atención psicosocial, el manejo de cadena custodia y los aspectos diferenciales en el caso de la atención a víctimas de violencia sexual dentro y fuera del conflicto armado.
El curso AIVVS de la SDS hace una invitación, a visibilizar la atención a las víctimas de violencia sexual dentro y fuera del conflicto armado, más allá del denominado «código blanco» o la aplicabilidad de determinados pasos en la atención en salud, bajo una perspectiva de valoración e intervención integral de las víctimas de violencia sexual, que supone la participación activa de las mismas y de otros sectores y actores del sistema, para obtener resultados de impacto en salud. Es así, como el curso AIVVS, diseñado por la SDS, contó con la participación de las Subredes Integradas de Prestación de Servicios de Salud, la Secretaría Distrital de Integración Social y una representante de las víctimas de violencia sexual, brindando elementos fundamentales desde la experiencia y el conocimiento para poder aportar en la construcción de un mundo libre de violencias, en donde se reconozcan y respeten las diversas identidades, las diferencias y los derechos humanos; logrando así una atención en salud más humana, más cercana a las realidades y contextos en que se desarrolla la vida de los individuos y sus familias.